El boldo se ha destacado, sobre todo, como una solución infalible para eliminar los parásitos intestinales. Se usaba para tratar la gonorrea y otras enfermedades de transmisión sexual.

Las hojas del boldo contienen hasta un 2% de aceite esencial, con terpineol, además de cineol, linalol y alcanfor, hasta 17 alcaloides distintos, entre los que destacan por su importancia terapéutica la boldina y la isoboldina, así como flavonoides y taninos.

Junto a sus funciones digestivas y a sus propiedades antihelmínticas, el boldo destaca por encima de todo como una excelente planta protectora del hígado, con una eficacia lo suficientemente alta como para que hubiera merecido una mayor atención de la comunidad científica.

Se indica como tratamiento de apoyo en la hepatitis y en trastornos de la vesícula, ya que evita la formación de cálculos y facilita su eliminación cuando éstos se han producido.

Contribuye a aliviar las migrañas, especialmente si están relacionadas con una alteración en la vesícula.

El boldo es también diurético, y en infusión facilita la eliminación del exceso de ácido úrico. Es también antiinflamatorio y antiséptico, y se indica en infecciones urinarias como la cistitis.

También se toman infusiones de boldo para dormir: en dosis altas se le atribuye un efecto anestésico, sedante y ligeramente hipnótico.

Cardo Mariano

La silimarina, contenida en las semillas, tiene la capacidad de fortalecer las membranas celulares del hígado impidiendo la absorción de aquellos productos tóxicos que podrían dañarlo y estimulando al mismo tiempo la síntesis de las proteínas y la secreción de bilis. Con este extracto se preparan cápsulas y gotas.

Por todo ello otorga al cardo mariano sus valiosas propiedades medicinales:

Se utiliza para tratar diversas afecciones hepáticas, como, por ejemplo, las infecciones causadas por la ingestión de setas venenosas o la hepatitis aguda.

Resulta asimismo indicada para combatir las jaquecas y las neuralgias

No menos importante es su virtud como antihemorrágica, lo que lo convierte en un remedio especialmente útil para tratar reglas abundantes, hemorroides, hemorragias nasales y varices.

Boldo

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El boldo se ha destacado, sobre todo, como una solución infalible para eliminar los parásitos intestinales. Se usaba para tratar la gonorrea y otras enfermedades de transmisión sexual.

Las hojas del boldo contienen hasta un 2% de aceite esencial, con terpineol, además de cineol, linalol y alcanfor, hasta 17 alcaloides distintos, entre los que destacan por su importancia terapéutica la boldina y la isoboldina, así como flavonoides y taninos.

Junto a sus funciones digestivas y a sus propiedades antihelmínticas, el boldo destaca por encima de todo como una excelente planta protectora del hígado, con una eficacia lo suficientemente alta como para que hubiera merecido una mayor atención de la comunidad científica.

Se indica como tratamiento de apoyo en la hepatitis y en trastornos de la vesícula, ya que evita la formación de cálculos y facilita su eliminación cuando éstos se han producido.

Contribuye a aliviar las migrañas, especialmente si están relacionadas con una alteración en la vesícula.

El boldo es también diurético, y en infusión facilita la eliminación del exceso de ácido úrico. Es también antiinflamatorio y antiséptico, y se indica en infecciones urinarias como la cistitis.

También se toman infusiones de boldo para dormir: en dosis altas se le atribuye un efecto anestésico, sedante y ligeramente hipnótico.

Cardo Mariano

La silimarina, contenida en las semillas, tiene la capacidad de fortalecer las membranas celulares del hígado impidiendo la absorción de aquellos productos tóxicos que podrían dañarlo y estimulando al mismo tiempo la síntesis de las proteínas y la secreción de bilis. Con este extracto se preparan cápsulas y gotas.

Por todo ello otorga al cardo mariano sus valiosas propiedades medicinales:

Se utiliza para tratar diversas afecciones hepáticas, como, por ejemplo, las infecciones causadas por la ingestión de setas venenosas o la hepatitis aguda.

Resulta asimismo indicada para combatir las jaquecas y las neuralgias

No menos importante es su virtud como antihemorrágica, lo que lo convierte en un remedio especialmente útil para tratar reglas abundantes, hemorroides, hemorragias nasales y varices.